El pensamiento hacia este desacostumbrado fondo encontró
lugar en una visita a Jerusalén.
Wailing Wall, West Wall, o simplemente será nombrada
muralla de quejas el resto de la muralla de apoyo del único
templo distrital.
En el tiempo de Jesús todavía estaba el templo.
Los restos de la muralla de hoy muven la sobresaltada verdad
de sus palabras en el conocimiento:
¡ Jerusalén, Jerusalén,
que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como
reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas,
pero no quisiste!
Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les
advierto que ya no volverán a verme hasta el día
que digan: '¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
San Lucas 13, 34 - 35
Dijo: --¡Cómo quisiera que
hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está
oculto a tus ojos.
Te sobrevendrán días en que tus enemigos levantarán
un muro y te rodearán, y te encerrarán por todos
lados.
Te derribarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas.
No dejarán ni una piedra sobre otra, porque no reconociste
el tiempo en que Dios vino a salvarte.
San Lucas 19, 42 - 44
Pero sobre toda ida de expulsión,
persecución y holocausto esta el
espacio ante la muralla, no solo un lugar de quejas, sino
también un lugar de adoración, de alabanza y
esperanza a la llegada y regreso del Señor. Y con esto
estoy ya en la mitad de los acontecimientos navideños:
Asi es la llegada de Jesús el Salvador.
Uno canta la alabanza de Dios: Zacarias, el angel, Simeón.
Y ......
Asi también María cuando reflejó su alegría
en alabanza al Señor:
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